Adecentamiento y consolidación de los restos de la muralla de Ampudia, con extracción de mampuestos y morteros deteriorados, para posterior rejuntado y aportes de piedra en zonas puntuales. Así como la consolidación de cuatro machones de piedra y ladrillo en las antiguas dependencias monacales de San Francisco.

De la muralla de Ampudia que rodeaba la villa, sólo se conservan en pié algunos cubos de gran altura. A finales del siglo XIII existió un primer recinto, conocido como Cerca Vieja o Alcerca, posteriormente fue ampliado comunicando con la Cerca Nueva a través de la puerta de Alconada o Ntra. Señora de la Cerca, que se abría a la plaza del Caño.

Durante la Guerra de las Comunidades el ejército de Padilla y Acuña asaltan la villa con abundante artillería, rompiendo los muros de ambas cercas, antes de dirigirse contra la fortaleza. La población pagó 750.000 maravedís para evitar el saqueo por parte de las tropas.

Se abrían seis puertas en la muralla que recibían los nombre de Valdemoradillo o Moradillo, Ejido o Exido (próxima a la entrada en el pueblo del arroyo del Agua), del Conde (en la salida del camino de Valdecarros y Valoria), de Prado (salida hacia del camino del Castrillo), Nueva (en la calle Reoyo), Caldelatorre (probable salida al camino deTorremormojón). También se menciona en alguna ocasión la puerta de San Isidro (en la calle San Martín).

Parte de la piedra de la antigua muralla se reutilizó para la construcción en 1834 del nuevo cementerio.

Archivolta llevó a cabo el adecentamiento y consolidación de los restos de la muralla de Ampudia, con extracción de mampuestos y morteros deteriorados, para posterior rejuntado y aportes de piedra en zonas puntuales. Así como la consolidación de cuatro machones de piedra y ladrillo en las antiguas dependencias monacales de San Francisco.