Iglesia de San Martín de Frómista, Palencia

Trabajos de restauración de diversos elementos interiores y exteriores en la Iglesia de San Martín de Frómista (Plencia), monumento BIC, en 2018.

La iglesia de San Martín de Tours es un templo católico erguido en la segunda mitad del siglo XI en Frómista, en la provincia de Palencia (Castilla y León, España), y situado en el Camino de Santiago. Pertenece al estilo románico y está considerado como uno de los principales prototipos de románico europeo.

La apariencia exterior de la Iglesia de San Martín de Frómista es característica del periodo románico en que fue construida. Sobre sus naves, de escasa altura, destacan el cimborrio octogonal sobre el crucero y las dos torres cilíndricas a ambos lados de la fachada principal. Las tres naves, con bóveda de cañón, la central más ancha y alta que las laterales, terminan en tres ábsides circulares.

Desde el exterior se ven sus muros de plastilina, con escasos ventanales con arcos de medio punto en los ábsides y en los laterales del templo. En las fachadas, a modo de cornisa, se extiende un adorno ajedrezado de piedra a diferentes alturas. Además, bajo los aleros de las puertas y tejados hay más de 300 pequeños canecillos, con figuras similares a gárgolas, representando animales, seres humanos y seres mitológicos o fantásticos. Sobre la puerta principal hay un crismón de seis brazos, de dudosa antigüedad.

La iglesia tiene cuatro entradas, una en cada una de sus fachadas, aunque sólo dos permanecen útiles: la de la fachada principal, la más ricamente adornada de todas, y la de la portada sur (actual puerta de entrada al público). La puerta de la fachada norte está tapiada.

Además, en la foto de la vista de la fachada principal de San Martín de Frómista, en la foto de arriba, se puede ver (aguzando mucho la vista) la figura de un pollo colocada como si fuese una gárgola. Está situada en la punta de la torre izquierda.

La iglesia de San Martín presenta una planta basilical, formada por tres naves de distinto tamaño separadas por pilares compuestos. La nave principal o central es más ancha que las dos laterales, y las tres terminan en ábsides semicirculares. En el caso de esta iglesia, la planta basilical está combinada con la forma de cruz latina, con el cimborrio octogonal situado sobre el crucero. En esta arquitectura concreta, el paso de estructura cuadrada a redonda (cúpula) se realiza a través de las trompas y no de las pechinas como sucederá posteriormente en la arquitectura gótica.

Ya que la nave central carece de claristorio y sus bóvedas empiezan a la altura del vértice de las colaterales, la nave antes del crucero tiene la estructura de una pseud-basílica. Los ábsides albergan diversas esculturas medievales, entre las que destaca un Cristo del siglo XIII, en el de la nave central.

El interior de la iglesia, aunque en general sobrio, tiene algunos elementos decorativos de interés. Destacan los capiteles de las columnas (algunos de ellos, reconstrucciones modernas de los originales), con imágenes vegetales, animales o narrativas. Entre ellos merece la pena observar con detenimiento los dedicados a la historia de Adán y Eva, o a la fábula de "La zorra y el cuervo".

También, el ajedrezado que hay bajo las cornisas exteriores aparece igualmente el interior, a diversas alturas.