Ermita de Valdesalce, Torquemada

Al examinar exteriormente el conjunto templario que conforma el santuario, veremos que en él se aprecian varias épocas constructivas, pues el ábside del templo es obra gótica (s.XIII), donde se abrían (hoy cegados) altos ventanales ojivales separados por contrafuertes. Antepuesta y casi ocultando este ábside del templo, podemos ver la sacristía barroco que a principios del siglo XVIII mandaran edificar los últimos señores de la villa, los Medinaceli, como bien nos lo recuerda el excelente escudo de armas labrado en la fachada Sur de la misma

Al examinar exteriormente el conjunto templario que conforma el santuario, veremos que en él se aprecian varias épocas constructivas, pues el ábside del templo es obra gótica (s.XIII), donde se abrían (hoy cegados) altos ventanales ojivales separados por contrafuertes. Antepuesta y casi ocultando este ábside del templo, podemos ver la sacristía barroco que a principios del siglo XVIII mandaran edificar los últimos señores de la villa, los Medinaceli, como bien nos lo recuerda el excelente escudo de armas labrado en la fachada Sur de la misma
Todo el edificio está construido en cantería, y para acceder a él tenemos que traspasar un atrio ajardinado que encierra a su fachada del mediodía. Tiene tres puertas de ingreso, dos situadas en la fachada del mediodía, la central está remontada por una espadaña se accede directamente a la iglesia, en el lado de poniente hay un acceso más amplio que ejercía y todavía lo hace, de puerta procesional por la que se saca a la Virgen en sus andas, además cuenta con un zaguán desde el cual se accedía a las dependencia de la cofradía, al coro y a las celdas de la hospedería que se sitúan sobre las naves laterales del templo, en la que se daba acogida a los peregrinos que venían de fuera de la comarca. Así mismo el eremitorio contaba con cuadras y cortines para poder acoger a la impedimenta y caballerías con las que se desplazaban al lugar.